jueves, 29 de agosto de 2013

Rehabilitació de can Lis




























































































 Rehabilitación de Can Lis  (Jorn Utzon, Portopetro 1972) 

Arquitecto: Lise Juel 
Arquitecto colaborador: Francisco Cifuentes
Promotor: Fundación Utzon
Colaboradores: Macs Oliver, Alfons Romero y Sebastià Martorell. Aparejador: Óscar Menéndez. Constructor: Pep Monserrat. Obreros: Juan, Valentí, Abdul, Toni. Carpintería: Aleix Suñer. Electricidad y fontanería: Jaume Ballester. Cerámica: Toni Cumella. Fotografías: Francisco Cifuentes, Sebastià Martorell, Macs Oliver y Maria Razumova
La rehabilitación de can Lis se ha realizado durante el invierno de 2011-2012 y ha querido recuperar la casa para que pueda ser habitada. La Fundación Utzon nombró a Lise Juel arquitecto de la restauración y ésta se ha ejecutado con la colaboración de Francisco Cifuentes.
El hecho de solo intervenir en lo propiamente dañado hace que la relación de lo nuevo sea una pieza más dentro de la vieja casa. Pequeñas heridas que la propia vivienda absorberá. Por ejemplo sólo se sustituye aquella cerámica totalmente dañada o sólo se arregla aquella  parte del marco que está podrida.
Las soluciones adoptadas son:
1.- Los baños y la cocina se han modificado recuperando el estado original donde el material de toda la vivienda inunda estos espacios.
Se utiliza la piedra de Santanyí extraida de una cantera de s’Horta propiedad de Sebastià Caldentey. El marès que se ha necesitado para alguna reparación se ha extraído de la cantera de Galdent.
2.- Los pilares se han rehabilitado utilizando mortero mallorquín para las juntas y una mezcla de cal, picadís, arena y cemento griffi para rellenar aquellas oquedades que afectan de manera importante el marès  de los pilares.
3.- Para las viguetas se proponen dos soluciones dependiendo de su patología. Si está partida, significa que no hay ningún cable que funcione así que se sustituye. Para ello hemos tenido que rastrear las fábricas de hormigón y encontrar las mismas viguetas. En el caso que tenga algunos de los cables cortado se suplementa por debajo con una pletina atornillada a la vigueta sustituyendo al cable en el armado.
4.- De las piezas cerámicas en mal estado, se ha optado por actuar tan solo en las que se encuentran en un estado ruinoso, manteniendo aquellas que puedan durar aunque sólo fuera unos años más.
La rasilla lacada ha sido suministrada por Toni Cumella ceramista de Barcelona.
5.- Las carpinterías de madera sorprendentemente han sufrido poco y no se han sustituido ningún marco en los cuarenta años que tiene la casa. En cambio de las persianas a norte hay varias que estaban podridas. Del mismo modo se sustituye aquellas manetas y cerraduras de latón que estaban rotas o deformadas por los constantes intentos de forzar las puertas.
El carpintero Aleix Sunyer ha realizado estas reparaciones de carpintería y el mobiliario.
6.- El saneamiento no funcionaba desde había décadas por lo que ha sido necesario realizar una nueva fosa séptica y actualizar las instalaciones de fontanería. La instalación eléctrica estaba formada por un tubo H y mecanismos Simon, sin ninguna pretensión de diseño. Lo único a destacar era que el tubo H era visto, pero el mecanismo era incrustado. Esto obligo a Jaume Ballester, el electricista, a forzar el ingenio para poder conseguir la misma solución. Una vez más exigir al industrial hasta convertirlo en artesano.
7.- Se realizan algunas pequeñas reparaciones como la colocación de algunas tejas, el arreglo de algún desagüe, poner grava de picadís entre los módulos para poder pasar en días de lluvia… Son pequeñas cosas que hacen que la cotidianidad de los futuros residentes sea más amable.
La rehabilitación de can Lis finaliza en febrero del 2012.
El 1 de abril  entra en la casa el primer becado de la Fundación Utzon.












Reforma Mercat i Plaça de Pere Garau

























Concurs.
Primer Premi.
Equip format per Elías Torres-Martínez Lapeña, F. Pizà, F. Cifuentes i C. Oliver.



Reforma a Bunyola
















Reforma a Ca Sa Padrina





















































El encargo consiste en habilitar una vivienda para alquilar, adaptándola a las condiciones de comfort actaules con la mínima inversión posible. 

La mitad del presupuesto se ha invertido en la reparación de goteras y aislamiento de la cubierta. 

La otra mitad, en un invernadero para calefactar en invierno y acceder al baño exterior (cumpliendo la normativa de habitabilidad), en el derribo de la despensa que encerraba la escalera que subía a la cubierta, que deviene lucernario para el estar, en la nueva cocina modular de ikea tipo do it yourself, y en la instalación eléctrica.

Todas las carpinterías proceden de la Fundación Deixalles. Ventanas y persianas se han reutilizado, a veces directamente, a veces con trabajo de carpintero, para unir, pegar, recortar, ampliar o alargar.

Todos los materiales utilizados son ecológicos y libres de emisiones tóxicas: aislamiento de corcho de 12cm de espesor, lámina impermeable transpirable bajo teja tipo USB, teja cerámica procedente de horno alimentado mediante biomasa, y lasur ecológico exento de poliuretano de la casa baucent en carpinterías y bigas de madera.


Fotografía: Joan Roig Ferrà

Reforma Can Xavi i Maria Margalida



































El proyecto consiste en reformar una vivienda de los años 60, una de tantas que se construían en aquellos idílicos Ports para pasar los meses de verano.

Estas construcciones de bloque y vigueta de hormigón eran como barracas que se construían rápido y barato para pasar esos meses.

En este caso, la parte habitable estaba situada en la planta piso con vistas al mar pero sin relación al jardín de 300 m2. Por el contrario, la planta baja, con una altura entre 190 y 230 cm, albergaba el garaje y un aljibe. En los años 70 se compartimentó la planta baja para ofrecer 3 viviendas a los temporeros.

El encargo consiste en entender el volumen como una sola vivienda, y relacionar la planta baja con la planta primera y el jardín.

La planta baja se convierte así en el centro de la casa, y a partir de ella se perfora horizontal y verticalmente el volumen, para conseguir la relación de dichos espacios.

Se han reciclado las carpinterías existentes. Las puertas de armario se abren como ventanas al espacio central.
Se han conservado todos los pavimentos de baldosa hidráulica, cerámica y baldosín catalán. Restos de alicatados de cocinas y baños aparecen en pasillos y dormitorios. 

viernes, 23 de agosto de 2013

Reforma de local






















La reforma consiste en unificar dos locales en uno solo y habilitarlo como archivo.
El presupuesto previsto inicialmente era de 60.000 euros, y se trabajó para reducirlo a 12.000.
Para ello, hay que plantearse cómo prescindir de capítulos habituales en este tipo de programas: aire acondicionado, iluminación excesiva, etc: en este caso, la proximidad al mar y la existencia del "embat" (brisa marina), garantizan una temperatura agradable en verano si se disponen los canales de ventilación adecuados, por lo que se han colocado persianas frente a las puertas de entrada para que estas puedan participar en la ventilación cruzada.
El resto, cuestión de pequeños detalles: por ejemplo, descubrir que para perforar un muro de hormigón, la opción sencilla consiste en recortar un arco de descarga, lo que te permite ahorrar 2.000 euros de refuerzo estructural en forma de perfil metálico o fibra de carbono, etc.
Y por supuesto, dejar visto lo que se pueda. Muros de hormigón, instalaciones, o las marcas de cemento cola del alicatado anterior... el detalle de la instalación eléctrica de Can Lis se reinterpreta como espera para la futura línea de telecomunicaciones.
El mobiliario permite la autoconstrucción. Aprendimos que se puede sustituir la balda metálica del modelo original de mesas y estanterías por un tablero laminado de madera de pino FSC por el mismo precio, aportando una calidez que el metal no posee.
Redactado desde el Departamento Técnico del IBAVI, con A. Martín, J. Moya, A. Reina y S. Villamarín.

viernes, 16 de noviembre de 2012

Casa a Bunyola














Encontrarse en un lugar donde sólo el hacer popular sabe construir devuelve el arquitecto al aprendizaje, pero ahora sí de una buena escuela. El hecho de que sólo llegue hasta el solar un animal de carga o un hombre a pie no ha sido nunca un inconveniente; esa construcción atendía a lo sencillo, tanto en materiales, los que encontraba en el terreno, como a la topografía. Una carretilla mecánica conducida por un hombre ha subido los bloques de termoarcilla y un helicóptero ha transportado el hormigón.

La casa se ha hecho a dos circunstancias contrapuestas, por un lado la gran vista hacia el pueblo y el valle de Bunyola, por otro, la cercanía a un muro de piedra seca y a la roca que lo sustenta. 


Admirar y pertenecer al lugar se da a la vez. No es sólo un paisaje a contemplar, silenciado como una pintura por el marco de las ventanas, sino que intervenir en él es construir para toda la comunidad de casas acostumbradas a compartir paredes, patios, escaleras y terrazas.


La casa se divide en dos volúmenes, según los hábitos, por un lado los comunes y por otro los personales. Desde una entrada abierta cruzada por el antiguo camino y abrigada por la construcción, la llegada a la casa es también la continuación hacia la montaña. La distinción de usos en dos espacios se refleja en la relación con el exterior, son las ventanas que salen del cuerpo común las que, acompañadas por la termoarcilla, se asoman en todas direcciones e invaden la superficie de este bancal. Las oberturas de los espacios más personales se encogen hacia adentro conformando en el exterior patios para desaparecer.


La dificultad, durante la construcción, han sido los 72 peldaños que hay en el único camino de acceso. Se han elegido pocos materiales y estandarizados, como es la termoarcilla.